En
la farmacia:
— Buenos días, venía preguntando por
un buen “antivitamínico”— dijo, mientras se rascaba todo
el cuerpo, un cliente de mediana edad, con cara de no haber pegado ojo.
— Será un “antihistamínico”— contestó, con una sonrisita, el
dependiente.
— No, no… un “antivitamínico”. Ayer me bebí un gran zumo de naranja, plátano, miel y bastante
tabasco. Desde entonces no deja de picarme todo el cuerpo. Fueron
demasiadas las vitaminas.
— Usted lo que necesita es algo para
la alergia— respondió el
farmacéutico con cierto aire burlón
— ¡¡Sí, sí!! ¡Y un “antitabasquismo”
también!
—contestó el cliente— Me llevo los dos.
Inma
Flores - Cien palabras Solidarias. Marzo 2015