Clara
«lenguatrapo» y María «la seria» se encontraron ante la máquina de café.
— Hola María, ¿es cierto lo de Luis? —preguntó
Clara.
— No. No
es cierto —aseveró María.
— Me enteré
de la escena del ascensor —insistió «lenguatrapo».
— ¿Del ascensor? Estás mal informada. Quien estaba
de espaldas era Pedro, el gerente. Nos
«conocemos» desde hace cinco años; le
encantan las situaciones límites.
— Pero si Pedro está casado…
María
se da la vuelta y deja a «lenguatrapo» mascullando. Para que se invente una
trola, me la invento yo y sé lo que circula por ahí —pensó—. A ver cómo lo
justificas, «lenguatrapo».
Roberto
Kamé. 28/11/2014
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