viernes, 20 de febrero de 2015

Llovía




Llovía.

Era un otoño húmedo. No sólo llovía tras las ventanas, también sus lagrimales  estaban empapados.
Su tristeza era tan grande que fue incapaz de ver el sol que  tímidamente intentaba reflejarse en su mirada.
Bajó la persiana. Encendió la radio. No quería pensar.
Su índice iba cambiando el dial. De repente escuchó una voz que le trajo  antiguos recuerdos, era Axel…
“No sé si soñaba, no sé si dormía… y  la voz de un ángel dijo: Celebra la vida…”
Al escuchar la canción sus pies cogieron el ritmo. Su corazón también.

—Nadie vale una sola de tus lágrimas — se dijo.

Inma flores ©

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