lunes, 27 de octubre de 2014

Amanece - 150 palabras: ángulo, mar, nube.



(Imagen tomada de internet. Autor desconocido)



Despertó, sudorosa, en la madrugada. Sentía el pálpito desbocado. Algo sucedía a su alrededor, lo intuía, hasta lo podía oler…  Su corazón estaba inquieto, su alma intranquila.

Ya nada era igual que antes, se había  perdido el eco de sus risas. El olor a rosas no existía, siquiera había un rayo de luz.

Se asomó a la ventana, a lo lejos intuía el mar. Desde aquel ángulo de su ventana era imposible divisar el cielo, y menos una nube pasajera, en especial en esa noche sin luna y apenas estrellas.

Miró el reloj, debían ser las cinco de la mañana. Volvió a su cama.

Allí estaba él, dormido, desnudo… ofreciendo su espalda sembrada de luceros.

Ella necesitaba su luz, y comenzó a sorberlos, libarlos… despacio. Por un instante él se movió y quedó tendido boca arriba. Sintió una terrible atracción por sus labios… ahí comenzó el verdadero amanecer.

 

Irene Bulio © 2014
 

 





 

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