El faro de Sardina.
Desde
1891 aquel faro saludaba a quienes se acercaban al norte de Gran Canaria.
Muchos enamorados acostumbraban a compartir sus furtivos besos bajo sus
titilantes destellos. Él también acudía con su primer amor, en el viejo simca-mil,
hasta que en 1985 abandonó la isla para buscar trabajo.
Al
año siguiente derribaron el viejo faro.
En su lugar instalaron uno nuevo, moderno.
Hoy
se acerca a verlo. Una luz oscilante, sube y baja de una extraña forma.
—¡Qué
raro! —piensa al acercarse y ver una
pareja frente a frente, apasionada, subida en una moto que “tiembla” por el
placer.
Irene
Bulio, seudónimo de Inma Flores – 100 palabras solidarias.
14.04.15
para el programa del 17/04/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario